García Jiménez lidió este lunes en Ledesma (Salamanca) una corrida desigual de juego, en la que destacó el toro lidiado en quinto lugar, cuya muerte correspondió a Alejandro Talavante, y que fue premiado con una vuelta al ruedo en el arrastre.
José Garrido sorteó el peor lote del encierro. Brindó al cielo en memoria de Iván Fandiño su primer astado, que embestía en línea recta, y al que tuvo que exponerle para que la faena tuviese eco en los tendidos, pues el animal exigió firmeza y aguantar las veces que el de García Jiménez se vencía en el viaje, sometiéndolo por bajo.
La faena caló en la afición que llenó los tendidos y, tras una buena estocada, se le concedió un trofeo.
Sobresalió el toreo de capote del matador de toros extremeño al segundo toro de su lote, al que lanceó a la verónica con cadencia y sutileza.
Ya en la muleta, el toro no regaló una sola embestida, quedándose corto en su viaje, y José Garrido supo tirar de él para arrancar la oreja que le valió la salida a hombros del coso salmantino, reafirmando su condición de incipiente figura del toreo.
Domingo López Chaves oreja y oreja
Alejandro Talavante oreja y dos orejas
José Garrido oreja y oreja
Casi lleno
