Colectivo Fuerza Unidad Actitud A.C. 24/Abr/2024 YUCATAN

Especial/La Revista

Los movimientos sociales y autogestivos cada día toman más fuerza en las comunidades, principalmente las rurales, tanto en México como en el resto de Latinoamérica, y en donde Yucatán no se queda atrás, pues en algunos municipios se han empezado a registrar casos donde este tipo de figuras han crecido e incluso empiezan a trabajar de la mano de las autoridades o por encima de ellas, adquiriendo y cumpliendo compromisos de beneficio colectivo.

Para muestra un botón, tal es el caso del Colectivo Fuerza-Unidad-Actitud Asociación Civil, conformada por unos 40 jóvenes del municipio de Tahmek, muchos de ellos egresados de alguna carrera universitaria y que han decidido regresar a vivir en su comunidad y regresarles algo de lo mucho que ésta les ha dado.

Entrevistados al respecto, Esdras Elías Pech y Jorge Manuel Mendoza Cobá, integrantes del colectivo comentan que este movimiento se empezó a gestar en 2003, primero en la búsqueda de un espacio para que los jóvenes pudieran desarrollar alguna actividad recreativa o algún deporte; aunque también inspirados en la inquietud de los movimientos sociales que se gestaban en otras partes del país y del mundo.

Ambos coinciden al señalar que nadie creía en ellos, desde los adultos hasta las autoridades, no obstante, poco a poco fueron demostrando que su inquietud era genuina e inicialmente realizaron actividades relacionadas con actividades de beneficio colectivo como limpieza de espacios públicos y organización de algunos eventos para la comunidad.

“Así transcurrió el tiempo y de esa forma pudimos demostrar que nuestro interés por la comunidad era auténtico, así fue como nos empezaron a tomar más en serio y muchas personas se sumaron al proyecto”, comenta Esdras Israel, quien es ingeniero agrónomo por el Instituto Tecnológico Agropecuario de Yucatán, y que recientemente retornó de Brasil donde curso becado una maestría en Fitosanidad.

“El colectivo es una organización sin fines de lucro que tiene como beneficiarios en todas y cada una de las actividades asistenciales que realiza a personas, sectores y regiones de escasos recursos; comunidades indígenas y grupos vulnerables por edad, sexo o problemas de discapacidad”, abunda.

Las actividades que se realizan –continúa-, son para atender requerimientos básicos de subsistencia en materia de alimentación, vestido o vivienda, así como orientación social, educación o capacitación para el trabajo.

“Damos pláticas sobre cómo mantener un huerto de patio, qué tipo de plantas sembrar, cómo hacer composta, y en general, capacitación para preservar y aprovechar el medio ambiente” .


El entrevistado subraya que hoy en día, el Colectivo opera con las aportaciones de sus miembros, la mayoría de los cuales tiene trabajo e incluso alguna carrera universitaria y que en algún momento ha recibido la ayuda del grupo.

Por su parte, Jorge Manuel Mendoza Cobá, quien recientemente concluyó en la Facultad de Arquitectura de la Uady la carrera en Diseño del Habitat, comparte su testimonio y destaca que apenas el año pasado se constituyeron legalmente como una Asociación Civil, lo cual les ha dado más fuerza aún para continuar con su labor altruista.

Entre nuestras líneas de acción están, principalmente, apoyar el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas, así como el fomento de acciones para mejorar la economía popular.

De igual forma, a través de pláticas orientamos a la gente para el aprovechamiento de los recursos naturales, la protección del ambiente, la flora, la preservación y restauración del equilibrio ecológico, así como la promoción del desarrollo sustentable a nivel regional y comunitario, apunta.

“Queremos hacer conciencia en las personas sobre la importancia de dar tiempo y esfuerzo en la búsqueda de una mejor calidad de vida a través del voluntariado”, indica Mendoza Cobá.

Tanto Pech Pech como Mendoza Cobá cuentan que entre las actividades que han realizado está la organización de un concurso denominado “Patio Limpio” a fin de que las personas de Tahmek sepan la importancia de esta costumbre y de esa forma eviten la proliferación del mosco transmisor del Zika, Dengue y Chikunguya, hemos construido rampas en los parques para personas con discapacidad, incluso gestionamos un terreno y ayudamos a construir una vivienda para dos hermanas que no tenían dónde vivir.


“También organizamos eventos sociales colectivos como la celebración del Día del Niño, Día del Abuelo, las fiestas tradicionales del pueblo, así como otras actividades deportivas, culturales y sociales, y desde hace 12 años llevamos a cabo la entrega de juguetes a los niños y niñas de Tahmek en la Navidad”.

Y aunque algunos representantes de partidos políticos se han acercado a ellos para sumarlos a su causa, los integrantes del colectivo prefieren mantenerse autónomos e independientes pues “nosotros levantamos la voz cuando hay que hacerlo si vemos que las autoridades no están cumpliendo con sus obligaciones”.

De hecho –comentan-, el alcalde en turno nos ofreció una regiduría tomando en cuenta nuestra representatividad como grupo social, la aceptamos y se la dimos a la compañera Kareli Manzanero Puerto, que es mamá soltera y estudia. “Esto es un caso inédito, pues con el sueldo que percibe se mantiene y la mitad lo dona para las actividades del colectivo”.

Respecto al apoyo que han recibido de las autoridades del gobierno estatal comentaron que no ha sido mucha, aunque reconocieron que sería de mucha ayuda que los apoyaran para contar con un local propio ya que, hasta el momento, no cuentan con un espacio para reunirse ni para organizar sus eventos o almacenar las despensas que reparten a las personas que no cuentan con los recursos suficientes para obtenerla.

Finalmente los entusiastas jóvenes invitaron a todas las personas en conocer su labor a visitar sus redes sociales e incluso a visitar el municipio de Tahmek para constatar y contribuir a la noble causa que realizan.