Editorial 19/Abr/2024 YUCATAN

México sigue en el flechero internacional, no deja de llover en la milpa con las puntadas y ocurrencias del presidente Trump y su insistente discurso xenófobo de repatriar a los mexicanos que se encuentran en su país, cuando ya se desató otro aguacero que ahora viene desde el bello mar Caribe.
Y es que la negativa del gobierno de Cuba al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa -quien asistiría a un encuentro convocado para conmemorar al disidente cubano Oswaldo Payá- bajo el argumento de que se trataba de una “grave provocación internacional” carece de todo tacto político, toda vez que el mundo ya empezaba a festejar la llegada de la libertad y la democracia a ese país.
Por supuesto, Cuba al igual que Estados Unidos están en su derecho de admitir o negar el paso a su territorio a quien les plazca, incluso habrá quienes justifiquen o celebren el acontecimiento en el mismo México, sin embargo, el hecho se antoja tan incongruente como contradictorio, pues tanto respeto o defensa merecen los miles y miles de mexicanos que temen ser deportados del vecino país del norte, como un mexicano que por razones meramente profesionales es víctima de semejante trato. Eso sin mencionar los cientos de cubanos que cada año llegan a México vía Yucatán.
Por supuesto, el tema tiene mucho de fondo, sencillamente habrá de recordarse el tristemente célebre “comes y te vas” del ex presidente Fox a Fidel Castro; aunque lo cierto y cuestionable del tema que nos ocupa es la tibia y timorata respuesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores que nada más se “extrañó” por el trato dado al ex mandatario mexicano… Un adelanto de lo que nos espera cuando Trump arrecie su política anti mexicanos.