Mérida, Yuc., a 15 de enero de 2017 (ACOM).-La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) pidió a la ciudadanía evitar ser presa de casas de empeño informales, las cuales siguen presentes en Mérida y otros municipios de Yucatán.
Según la dependencia, el padrón de casas de empeño registradas en su padrón asciende a unas 400, aunque señala que se han contabilizado la existencia de unas 600, lo que implica que habría por lo menos 200 establecimientos que no estarían operando de manera legal, además de que no se descarta que pudieran ser más.
Indicó que muchos establecimientos informales suelen operar por tiempos determinados, es decir, reciben empeños por cierto periodo y luego cierran sus puertas, lo que implica una severa afectación para quien deja sus prendas en garantía.
Al respecto, José Nevárez Cervera, delegado estatal de la Profeco, mencionó que para saber si una casa de empeño es formal, se puede solicitar a esta el contrato de adhesión ante la dependencia, el cual debe estar a la vista de quienes acuden a realizar algún trámite.
Indicó que este documento contiene información sobre los procedimientos que realiza el establecimiento, como marca la NOM-179, la cual regula su funcionamiento.
De igual manera, Nevárez Cervera sugirió a quienes deseen realizar un empeño a comparar los porcentajes de interés que ofrece cada establecimiento, de modo que elijan el que mejor les convenga.
“A final de cuentas, las casas de empeño son comercios y estos están sujetos a normas específicas que tienen que cumplir. De lo contrario, serían acreedores a sanciones administrativas”, dijo.
Informó, también, que la Profeco incrementó la vigilancia a estos establecimientos con el fin de verificar que cuenten con sus contratos a la vista, junto con sus montos de interés prendario y los requisitos que debe cumplir una persona para empeñar.
Mencionó que las faltas más comunes de las casas de empeño son no tener el contrato de adhesión o porcentajes de interés debidamente señalados.
Insistió en que quien acuda a estos debe estar seguro de que se trata de un comercio formal, pues de lo contrario estaría arriesgando la prenda o artículo empeñado.
